22.11.13


A veces los niños de las estrellas se olvidan que estan despiertos.

Y algo les duele.

_ Si no puedo...¿Seré guerrera o cobarde?

...........
xxx

1.1.13



Adolf Wolfii

Dibujante de Art Brut

12.6.12



Árbol de Diana
1
He dado el salto de mí al alba.
He dejado mi cuerpo junto a la luz
y he cantado la tristeza de lo que nace.

2
Estas son las versiones que nos propone:
un agujero, una pared que tiembla...

3
sólo la sed
el silencio
ningún encuentro
cuídate de mí amor mío
cuídate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacío
y de la sombra de su sombra

4
                                               Ahora bien:
Quién dejará de hundir su mano en busca
del tributo para la pequeña olvidada. El frío
pagará. Pagará el viento. La lluvia pagará.
Pagará el trueno.

5
por un minuto de vida breve
única de ojos abiertos
por un minuto de ver
en el cerebro flores pequeñas
danzando como palabras en la boca de un mudo

6
ella se desnuda en el paraíso
de su memoria
ella desconoce el feroz destino
de sus visiones
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe

7
Salta con la camisa en llamas
de estrella a estrella,
de sombra en sombra.
Muere de muerte lejana
la que ama al viento.

8
Memoria iluminada, galería donde vaga
la sombra de lo que espero. No es verdad
que vendrá. No es verdad que no vendrá.

9
                                              A Aurora y Julio Cortázar

Estos huesos brillando en la noche,
estas palabras como piedras preciosas
en la garganta viva de un pájaro petrificado,
este verde muy amado,
este lila caliente,
este corazón sólo misterioso.

10
un viento débil
lleno de rostros doblados
que recorto en forma de objetos que amar

11
ahora
           en esta hora inocente
yo y la que fui nos sentamos
en el umbral de mi mirada

12
no más las dulces metamorfosis de una niñ3; de seda
sonámbula ahora en la cornisa de niebla

su despertar de mano respirando
de flor que se abre al viento

13
explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome

14
El poema que no digo,
el que no merezco.
Miedo de ser dos
camino del espejo:
alguien en mí dormido
me come y me bebe.

15
Extraño desacostumbrarme
de la hora en que nací.
Extraño no ejercer más
oficio de recién llegada.

16
has construido tu casa
has emplumado tus pájaros
has golpeado al viento
con tus propios huesos
has terminado sola
lo que nadie comenzó

17
Días en que una palabra lejana se apodera de mí. Voy por esos días
sonámbula y transparente. La hermosa autómata se canta, se encanta,
se cuenta casos y cosas: nido de hilos rígidos donde me danzo y me
lloro en mis numerosos funerales. (Ella es su espejo incendiado, su
espera en hogueras frías, su elemento místico, su fornicación de nom-
bres creciendo solos en la noche pálida.)

20
                                                               a Laure Bataillon

dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
dice que tiene miedo de la muerte del amor
dice que el amor es muerte es miedo
dice que la muerte es miedo es amor
dice que no sabe

21
he nacido tanto
y doblemente sufrido
en la memoria de aquí y de allá

22
en la noche
un espejo para la pequeña muerta
un espejo de cenizas

23
una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo
la rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos

32
Zona de plagas donde la dormida come lentamente
su corazón de medianoche.

33
alguna vez
                   alguna vez tal vez
me iré sin quedarme
                   me iré como quien se va


34
la pequeña viajera
moría explicando su muerte

sabios animales nostálgicos
visitaban su cuerpo caliente

35
a Ester Singer

Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de fuego,
de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de la noche,
déjate caer y doler, mi vida.


37
más allá de cualquier zona prohibida
hay un espejo para nuestra triste transparencia


38
Este canto arrepentido, vigía detrás de mis poemas'
este canto me desmiente, me amordaza.



Alejandra Pizarnik.




cortazar


Desde el infinito amor que te tengo...

OBJETOS PERDIDOS
Por veredas de sueño y habitaciones sordas
tus rendidos veranos me aceleran con sus cantos
Una cifra vigilante y sigilosa
va por los arrabales llamándome y llamándome
pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta
donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo
si la cifra se mezcla con las letras del sueño,
si solamente estás donde ya no te busco.
Mendoza, Argentina 1944
La mufa
Vos ves la Cruz del Sur,
respirás el verano con su olor a duraznos,
y caminás de noche
mi pequeño fantasma silencioso
por ese Buenos Aires,
por ese siempre mismo Buenos Aires.
Quizá la más querida

Me diste la intemperie,
la leve sombra de tu mano
pasando por mi cara.
Me diste el frío, la distancia,
el amargo café de medianoche
entre mesas vacías.

Siempre empezó a llover
en la mitad de la película,
la flor que te llevé tenía
una araña esperando entre los pétalos.

Creo que lo sabías
y que favoreciste la desgracia.
Siempre olvidé el paraguas
antes de ir a buscarte,
el restaurante estaba lleno
y voceaban la guerra en las esquinas.

Fui una letra de tango
para tu indiferente melodía.
Una carta de amor
Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo

como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,

todo eso es tan poco
yo lo quiero de vos porque te quiero.

Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,

y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.

5.5.12

“Hay que dormir con los ojos abiertos /hay que soñar con las manos/soñemos sueños activos de río/buscando su cauce/sueños de sol soñando sus mundos"
-Octavio Paz-


El lado oscuro del corazón...

No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! - y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretenden seducirme!
Esta fue - y no otra - la razón de que me enamorase tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?
¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa.
Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con que impaciencia yo esperaba que volviese, volando de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. "¡María Luisa! ¡María Luisa!... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Que delicia la de tener una mujer tan ligera... aunque nos haga ver, de vez en cuando las estrellas! ¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes... la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer a una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?

Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en conseguirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar...

21.3.12

Otro momento

Parece que puedes con todo, que eres capaz de mirar al nuevo día, sin que tu piel envejezca ,o tus ojos se sientan mas tristes...
Te fallaste con promesas falsas y sueños malditos...
Ahora no te reconoces como mujer, tampoco como individuo...
Pienso en lo que me gusta hacer, en como me gusta disfrutar de mi tiempo...
He soportado, perdón he decidido soportar a otros lo que otros no me perdonan, o por lo que algunos decidierón emprender un nuevo camino sin mi.
Ahora veo mi presente, pero no mi futuro.
Nunca lo ví, pero ahora sé relamente que soy la única con decisión para cambiar.
Vuelve a presentarse el momento, como en tantas otras ocasiones.
La vida no se para un momento y te dice...,Oiga?Esta usted listo?No, Solamente se mueve, continua...
Y si no estás preparado.
Sufres.

Hindi Zahra, me acompaña...


9.2.12

La rendición

Puedes tener lo que quieres,
Eso dicen.
Tras el seminaro de Federico León, el mundo se remueve de nuevo.
Parece que de pronto todo cobra sentido nuevamente,
aunque me hace sumergirme de nuevo .
En miedos y dudas de las de antes.
Que al final son las de ahora.
Mis vidas a medias
Vividas a medias
No es cierto, pasión y amor en cada instante y
vacio y decadencia al tiempo...
Me inflo como un globo y vuelo lo mas alto que puedo
Después me dehincho y sin querer me devuelven a la basura...

Brillante estupidez
....
En la gravedad bailo.
El magnetismo me detiene.
materia orgñanica
Exquivo el horizonte

También te espero...

Preocupada por mantener una vida, aunque discreta
La mia
Despedazada por el juicio interno.
Obedezco las leyes, para cumplirlas,

El ego parece agarrarme con todas sus fuerzas y me enlaza con látigos cortantes
mientras me descompongo, pedacito a pedacito por la tierra asfaltada,
que ya no es tierra, que ya no es vida, que ya no es nada...

Rendición
Ante la crea-acion
Lucho una y mil veces...pero aveces me canso...

3.1.12

La búsqueda. Poema escrito por Krishnamurti en 1927



Igual que uno contempla a través de una pequeña ventana/
una verde hoja solitaria, un pequeño pedazo del vasto cielo azul,/
así empecé a percibirte a Ti, en el principio de todas las cosas./
Igual que la hoja languideció y se marchitó, y el pedazo de cielo
desapareció como
tras una oscura nube,/
así palideciste Tú y te desvaneciste./
Pero sólo para renacer de nuevo,
como la verde hoja solitaria, como el pequeño pedazo de cielo azul./

Durante muchas vidas he visto el desapacible invierno
y la verde primavera.
Prisionero en mi pequeño cuarto,
no podía ver el árbol entero ni el cielo ilimitado.
Juré que no existía el árbol ni el vasto cielo...
Ésa era la verdad.

El tiempo y la destrucción hicieron
que mi ventana se agrandara.
Contemplaba,
ahora,
una rama llena de hojas
y un pedazo de cielo azul más extenso, con muchas nubes.
Olvidé la verde hoja solitaria, el pequeño pedazo del vasto azul.
Juré que no existía el árbol, ni el inmenso cielo...
Ésa era la verdad.

Cansado de esta prisión,
de esta pequeña celda,
me lancé hacia la ventana con furia.
Con los dedos ensangrentados
arranqué ladrillo tras ladrillo, y contemplé,
ahora,
el árbol entero, su gran tronco,
sus innumerables ramas, sus miles de hojas,
y una inmensa parte del cielo.
Juré que no había otro árbol, que el cielo no tenía otra parte que aquélla...
Ésa era la verdad.

La prisión ya no me retiene,
eché a volar por la ventana.
Ay, amigo,
veo todos y cada uno de los árboles y la vasta extensión del cielo ilimitado.

Aunque vivo en cada hoja solitaria y en cada pequeño
pedazo del vasto cielo azul,
aunque vivo en cada cárcel y me asomo a cada
pequeña ventana,
liberado estoy.
Nada, nada en absoluto podrá encadenarme...
Ésta es la verdad.